El contexto de Carolina
Su padre Guillermo Pacanins Acevedo, fundador de la aviación en Venezuela, gobernador de Caracas y canciller de la República durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Su madre María Cristina Niño Passios de Pacanins. Carolina nació el 8 de enero de 1939 en Caracas, Venezuela. El matrimonio Pacanins Niño formaba parte de las llamadas 200 familias situadas en la cúspide social de Venezuela. Estaban residenciados en el Caracas Country Club. “Papá tenía su política de un lado y su familia de otro. Eran dos vidas completamente diferentes”, comenta Carolina.
A finales de los años cincuenta se casó con Guillermo Behrens Tello. Fruto de esta unión, nacerían Mercedes y Ana Luisa. No obstante, siete años después, el matrimonio terminó en divorcio en plenos años sesenta, tiempo en el que separarse era objeto de numerosas críticas. “Tienes que hacer lo que es bueno para tu vida, no lo que crean los demás”, afirmó.
Soltera a los 25 años, trabajó por primera vez en su vida como relacionista de Emilio Pucci, representante de la marca italiana en Venezuela, en la boutique Alpha. No obstante, lo mejor no le demoró en llegar. Su amor de la adolescencia, Reinaldo Herrera, el mejor partido de Caracas, volvería a su vida y hasta el sol de hoy. Contrajo nupcias y dos nuevas integrantes llegaron a la familia: Carolina y Patricia.
Se fue a vivir a la hacienda La Vega, la casona colonial en la que la diseñadora viviría la antesala de su vuelo empresarial. Sus suegros, Reinaldo Herrera Úslar y María Teresa Guevara Pietrantoni, mejor conocida como Mimí Herrera, transformarían el lugar en una mítica posesión a la que asistieron el pianista Arthur Rubinstein, la princesa Margarita y el príncipe Carlos de Inglaterra, Salvador Dalí, la reina Juliana y Rostropovich, el rey Juan Carlos y doña Sofía, Los Rockefeller, entre muchos otros miembros de la nobleza internacional, artistas e intelectuales.
A finales de los años cincuenta se casó con Guillermo Behrens Tello. Fruto de esta unión, nacerían Mercedes y Ana Luisa. No obstante, siete años después, el matrimonio terminó en divorcio en plenos años sesenta, tiempo en el que separarse era objeto de numerosas críticas. “Tienes que hacer lo que es bueno para tu vida, no lo que crean los demás”, afirmó.
Soltera a los 25 años, trabajó por primera vez en su vida como relacionista de Emilio Pucci, representante de la marca italiana en Venezuela, en la boutique Alpha. No obstante, lo mejor no le demoró en llegar. Su amor de la adolescencia, Reinaldo Herrera, el mejor partido de Caracas, volvería a su vida y hasta el sol de hoy. Contrajo nupcias y dos nuevas integrantes llegaron a la familia: Carolina y Patricia.
Se fue a vivir a la hacienda La Vega, la casona colonial en la que la diseñadora viviría la antesala de su vuelo empresarial. Sus suegros, Reinaldo Herrera Úslar y María Teresa Guevara Pietrantoni, mejor conocida como Mimí Herrera, transformarían el lugar en una mítica posesión a la que asistieron el pianista Arthur Rubinstein, la princesa Margarita y el príncipe Carlos de Inglaterra, Salvador Dalí, la reina Juliana y Rostropovich, el rey Juan Carlos y doña Sofía, Los Rockefeller, entre muchos otros miembros de la nobleza internacional, artistas e intelectuales.
El contexto de Carolina
El amor de su vida: Reinaldo Herrera
Mujer de Armas tomar
Su perfume: el Oscar de la Moda
Sucesora, sí o no: Carolina hija
25 años para las mujeres de poder
El amor de su vida: Reinaldo Herrera
Mujer de Armas tomar
Su perfume: el Oscar de la Moda
Sucesora, sí o no: Carolina hija
25 años para las mujeres de poder
*Fotografía: "Another Milton Gendel photograph entitled “CULTIVATED HIGHFLYERS Carolina and Reinaldo Herrera Formentor, 1976"
*Tomado de la revista Gato Pardo Nº 85, de Noviembre de 2007, titulado “El imperio Herrera”, de José Luis Àvila.
Para un ejercicio del curso Periodismo Electrónico, de la Escuela de Ciencias Comunicación Colectiva, Universidad de Costa Rica.
http://www.gatopardo.com/numero-85/cronicas-y-reportajes/el-imperio-herrera.html
Para un ejercicio del curso Periodismo Electrónico, de la Escuela de Ciencias Comunicación Colectiva, Universidad de Costa Rica.
http://www.gatopardo.com/numero-85/cronicas-y-reportajes/el-imperio-herrera.html
Etiquetas: hacienda La Vega, inicios
entrada de carol @ 19:27
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