lunes, 22 de septiembre de 2008

La Nación vrs. Los Arias: supuesta cacería de brujas

Unos dicen que se trata de ataques; otros que es periodismo investigativo y sigiloso
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Pero el hecho es uno: las portadas y editoriales del periódico La Nación de los últimos días revelan que la complacencia que tuvo este periódico con el gobierno de los Arias en los tiempos del TLC, se acabó. Al menos por el momento.

La prueba más clara son las denuncias que realizó el medio sobre la venta de bonos a China por parte de la administración central. Sea cual sea el motivo que tuvo para sacarlo a la luz pública, lo importante es que nos enteró como ciudadanos de un hecho que debíamos conocer. (Si tan solo hiciera eso siempre...)

¿Los verdaderos motivos? La tesis de Eduardo Carrillo en una carta dirigida al diario es que éste se dejó llevar por el amarillismo y las ganas de vender.

La de Carlos Roberto Loría va más allá. El colaborador de la publicación web Campanada expresa su punto de vista en el artículo "El último cuento chino del Cartel de Heredia". Según Loría, los Arias ("Cartel de Heredia") dejaron por fuera a los dueños de La Nación ("Cartel de Llorente") en el negocio económico que significará la apertura del ICE con el TLC. De ahí, la "venganza".

El gobierno en una de las cartas enviadas por el PLN a los medios de comunicación, denuncia las supuestas mentiras y la desinformación que La Nación ha estado creando con el único fin de salvarse de la opinión pública.

Mientras tanto, también el periódido La República manifiesta su posición editorial, claramente alineada con el gobierno. En ella deja claro que el gobierno cumplió con las condiciones legales requeridas para mantener cierto tipo de información como confidencial.

¿Y La Nación qué dice? En su editorial del 13 de setiembre se defiende ante los ataques y expresa que mantendrá la lucha contra el secretismo y cualquier cosa que afecte la democracia tica.

Lo cierto del caso es que el gobierno no ha negado las acusaciones. Al contrario, Laura Chinchilla dice que en adelante no se mantendrán más secretos con la prensa, como si su responsabilidad solo fuera con ésta y no con la ciudadanía. ¿Oscar Arias? Pues él está muy cansado.

Es claro el cambio que ha dado La Nación en el tratamiento de la información que habla del gobierno: más punzante, menos complaciente que antes y en el caso en específico del artículo de los bonos, hasta amarillista.

Si este nuevo rumbo corresponde, como dicen algunos, meramente a intereses económicos cabría preguntarse: ¿es esto periodismo ético e investigativo a pesar de que estaría respondiendo a una venganza?

Si no es así entonces: ¡qué vivan las denuncias periodísticas bien fundamentadas y sin ataduras políticas y/o económicas!

En cuanto al gobierno, apoyo lo que dice Cristian Cambronero en su blog: "...ninguna campaña de persecución o desprestigio tendría éxito contra una administración intachable, transparente (en los hechos) y abierta".

El panorama es turbio y parece que la disputa continuará. Atentos al próximo capítulo.

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